TRÜM

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TRüM estrena su álbum “Iluminación”: Un viaje sonoro hacia el autoconocimiento. El dúo de electro pop experimental, TRüM, presenta su nuevo álbum conceptual "Iluminación", explorando el proceso de existencia y trascendencia del ser. TRüM, el dúo chileno de electro pop experimental, nos invita a un viaje introspectivo con su nuevo álbum "Iluminación". Este álbum conceptual explora el proceso del Ser desde su existencia en el vientre materno hasta su crecimiento espiritual, interconectando la naturaleza y el cosmos con la experiencia humana. Cada canción de "Iluminación" está cuidadosamente diseñada para reflejar distintas etapas del autoconocimiento. Desde "Existencia", que marca el comienzo de este viaje, pasando por "Jardines de tu mente" y "Despertar", hasta la serena "Entre viento y brisa", el álbum despliega una narrativa sonora que vincula al ser humano con su entorno natural. "Las escaleras" destaca como una pieza clave que aborda los altibajos de la vida y cómo superar los desafíos recurriendo a principios y aprendizajes internos.En momentos como hoy recordamos el sol, los árboles y todo aquello tan hermoso que pasa desapercibido día a día.Canciones que sanan. Por Priscilla Artisteguy. "Me siento tan confundida, nada me calma, tan solo las olas del mar. Hoy día amanecí llorando, lloraba en silencio, solo me quise acostar. Y me desperté incomprensible, soy una loca más y me desperté corazón inquieto hipersensibilidad" ¿Cuantas veces me he sentido así en la vida? Creo que más de las que quisiera. Desconectada de mí misma. Perdida, vulnerable… pucha que me hizo sentido esta letra de la banda TRüM el día que la escuche. De forma tan honesta esta canción expresaba una etapa en la que vivía un pasar no de los mejores, cantarla a todo pulmón hasta sacar la última sensación de locura y desequilibrio que acaparaban mi cerebro y alma, sacarse esa mochila por un momento y sentir la empatía que me entregaba Paula Racconto a través de esta melodía. Posiblemente ella también lo vivió. "En Valpo me debo quedar" se transformó en una especie de mantra que al despertar sentía la necesidad imperiosa de escucharla al menos una vez al día. ¡Aaaay como la lloré! ¡Como la grité! Y cada vez que la volvía a escuchar me sentía menos sola. Sabía que alguien más ya había recorrido ese camino y hoy estaba ahí para contarlo.Somos seres que cambian día a día, hay una humanidad que puede ser mejor, hay más que solo humanidad. Somos un solo elemento, el silencio tiene las respuestas. Ser de la Tierra. En el universo somos organismos. Organismos encontrados en un determinado tiempo en donde las distancias y el espacio son irrelevantes. Aveces no estamos consciente de ello. Oscar. Imágenes obtenidas a una cercanía de 120X y a una distancia de 4,37 años luz. Producción artística, visual y musical: T R ü M Agradecimiento al curioso ser humano que llega a captar tal maravilla visual, nuestros amigos: Fabian Weston. Bogdan Alecsa. Ion Cosmin.TRüM: de vuelta a lo simbólico. Por Miguel Villalobos. Sabido es que vivimos en un mundo cada vez más atomizado, segregado, descompuesto. En gran medida porque las sociedades que lo habitan -junto con los seres humanos que las constituimos- también se encuentran en un severo estado de desfragmentación. Esta fractura se replica, cómo no, en diversas manifestaciones culturales, siendo el arte, una vez más, el espejo que mejor refleja esta lamentable situación. En todos los campos artísticos tenemos la oportunidad de ver cómo los procesos creativos se han vuelto paulatinamente productivos. La inmediatez ha tomado violentamente el lugar de la reflexión y un ritmo frenético de prisa y vértigo ha terminado por hegemonizar el discurso artístico. Así nos encontramos frecuentemente con muestras de pintura exprés, literatura “best-seller”, construcciones que no pueden habitarse, coreografías para televisión, esculturas decorativas, cine remake y música de supermercado; las cuales configuran en su conjunto una atmósfera de cotidianeidad muy poco estimulante y para nada desafiante. Lo importante es entender que en todos los casos hablamos no de “obras”, sino más bien de “productos” artísticos: objetos, cosas de las cuales usufructuamos sin que exista una conexión real entre nosotros y ellas. La función práctica termina por condicionarlo todo y la realidad queda despojada de sus complejidades para dar paso a una caricatura sin matices ni criterios especiales. Tomemos como ejemplo los innumerables “singles” que publican los “artistas” hoy en día: el concepto de obra íntegra es cada vez más escaso y en su lugar sobrevienen como oleadas salvajes una seguidilla de lanzamientos aislados que promocionan canciones superventas, una tras otra, sin un contexto que las unifique. Esto, por supuesto, no podría ser de otra manera, puesto que el modelo económico hoy es el que orienta la creación, transformándola, como ya dijimos, en un producto susceptible de ser rápidamente comercializado a la vez que fácilmente olvidado. Todo muy digerible, delicioso, pero a su vez extremadamente poco nutritivo. Por ello es tan gratificante que una banda independiente como TRüM se tome el tiempo de hacer las cosas distintas. Este dúo conformado por Paula Racconto Y Óscar “Chepo” Sepúlveda nos ofrece una bocanada de aire fresco en medio de una escena sumida en la mediocridad del mainstream. Dirigen, precisamente, sus esfuerzos hacia el lado contrario: la unidad. Sin miedo, se aventuran en el terreno de lo simbólico para explorar y construir nuevos sentidos a través de la simbiosis que existe entre lo musical y lo puramente visual. Por supuesto, esto no quiere decir que estamos ante un trabajo sin precedente alguno (¡qué cosa lo es en estos tiempos!), y la verdad es que tampoco se lo proponen: lo que realmente vale aquí es que lo que escuchamos y vemos en este proyecto siempre tiene más de una lectura. Y eso, en momentos donde solo prima lo explícito mostrando su cara más

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