Inicialmente conocida como parte del staff de figuras en el plató del programa juvenil de Mega Mekano, Catalina Palacios sobrepasó esas fronteras de la tarde bailable para convertirse luego en rostro de la estación privada. Pero a su primer perfil de bailarina la chica angelical, como la llamó la prensa, pasó a ser animadora, actriz y finalmente una cantante audaz. Así incursionó en el pop y la balada editando los álbumes Eclipse (2006) y Kata (2010), con el que mostró mayor arrojo en las canciones y puesta en escena.