Como el heredero directo de Orlando Avendaño en la batería, Alejandro Espinosa pasó a ser un referente obligatorio en el jazz chileno desde fines de los 70. Primero como músico moderno en su Concepción natal y luego como uno de los grandes difusores del jazz, a través de su trabajo en radio, la creación de festivales internacionales y la figura del anfitrión para prácticamente todos los jazzistas extranjeros que tocaron en nuestro país.